En los proximos meses veremos a la Iglesia católica mexicana golpeada y exhibida en los medios de comunicación por culpa de sus mismos pecados de omisión. Situaciones que se hubieran evitado si esta importante institucióin en México hubiera tratado con honestidad y transparencia los casos de acoso y pedofilia a niños y adolescentes por parte de Sacerdotes.
Y es que en todas las diocesis y arquidiocesis mexicanas los Obispos y Arzobispos tanto emeritos, titulares como auxiliares han conocido alguna situación de acoso sexual y / o violación sexual de menores de edad, de entre 8 y 17 años, por parte de algun Sacerdote. Y hablamos de casos de Sacerdotes tanto diocesanos como religiosos. Estos casos se presentaron en centros de formación clerical, en orfanatos y colegios dirigidos por Sacerdotes. Y en mas de una ocasión en las mismas Parroquias.
En México existe una red de complicidad entre los mismos Obispos quienes encubren y protegen a los Pederastas, esta red se puede constatar con los testimonios de las victimas. Por un lado las víctimas piden justicia, por otro los Obispos les piden silencio.
Pareciera como si en México el problema de la Pedofilia no existiera, por que la Jerarquía de la Iglesia ha manejado muy bien el problema, ocultando, protegiendo y minimizando los casos a la sociedad en general. Muchos son los casos de Sacerdotes involucrados en estos nefastos actos que han sido removidos de diocesis incluso fuera del país, avalados por los mismos Obispos.
Esta nefasta actitud de la jerarquía católica en México ha propiciado que los mismos laicos se organicen para desenmascarar esta terrible situación y darla a conocer a la opinión pública.
De los casos mas conocidos y que han trascendido son el de San Luis Potosí, recientemente dado a conocer no por el Arzobispo sino por los laicos catolicos organizados, otro es el de los casos de encubrimiento del Cardenal Norberto Rivera en el caso del Sacerdote Nicolas Aguilar, otro es el caso de el encubrimiento del Arzobispo Emilio Berlie de Yucatán, o el caso reciente del Arzobispo Rafael Romo Muñoz en Tijuana, el del Obispo de Autlan y su protección a sus sacerdotes.
Es comun ver a la mayoria de los Obispos que ante estas situaciones que viven en sus respectivas diocesis encubran y oculten información, incluso amenazen a las víctimas, a muchas de ellas diciendoles que se iran al infierno por atacar a un Sacerdote o a la misma Iglesia. Como el Obispo Vera de Saltillo quien afirmo que el no diría a la comunidad que denunciaran a los Curas por que pondría en peligro a los Sacerdotes, o el caso del Arzobispo Romo de Tijuana que distinguió entre lo que era Pedofilia y acoso, o sea sus Sacerdotes acosaron a adolescentes pero no son pedofilos.
Ante esta sacudida que se espera en la Iglesia Mexicana, esperamos que sea para bien, y que la Iglesia de Roma dirigida por Francisco haga una remoción y limpia total a la Iglesia mexicana que tanta falta le hace.
Pareciera como si en México el problema de la Pedofilia no existiera, por que la Jerarquía de la Iglesia ha manejado muy bien el problema, ocultando, protegiendo y minimizando los casos a la sociedad en general. Muchos son los casos de Sacerdotes involucrados en estos nefastos actos que han sido removidos de diocesis incluso fuera del país, avalados por los mismos Obispos.
Esta nefasta actitud de la jerarquía católica en México ha propiciado que los mismos laicos se organicen para desenmascarar esta terrible situación y darla a conocer a la opinión pública.
De los casos mas conocidos y que han trascendido son el de San Luis Potosí, recientemente dado a conocer no por el Arzobispo sino por los laicos catolicos organizados, otro es el de los casos de encubrimiento del Cardenal Norberto Rivera en el caso del Sacerdote Nicolas Aguilar, otro es el caso de el encubrimiento del Arzobispo Emilio Berlie de Yucatán, o el caso reciente del Arzobispo Rafael Romo Muñoz en Tijuana, el del Obispo de Autlan y su protección a sus sacerdotes.
Es comun ver a la mayoria de los Obispos que ante estas situaciones que viven en sus respectivas diocesis encubran y oculten información, incluso amenazen a las víctimas, a muchas de ellas diciendoles que se iran al infierno por atacar a un Sacerdote o a la misma Iglesia. Como el Obispo Vera de Saltillo quien afirmo que el no diría a la comunidad que denunciaran a los Curas por que pondría en peligro a los Sacerdotes, o el caso del Arzobispo Romo de Tijuana que distinguió entre lo que era Pedofilia y acoso, o sea sus Sacerdotes acosaron a adolescentes pero no son pedofilos.
Ante esta sacudida que se espera en la Iglesia Mexicana, esperamos que sea para bien, y que la Iglesia de Roma dirigida por Francisco haga una remoción y limpia total a la Iglesia mexicana que tanta falta le hace.