Lo único que mantiene a la Legión de Cristo con vida en estos tiempos son
los intereses económicos que merodean a esta nefasta congregación, que si no cambia de nombre y carisma, poco a poco con
el paso del tiempo desaparecerá.
Menudo aspaviento ha ocasionado la declaración de un Legionario, que no
goza la simpatía de muchos de sus compañeros pero en su tiempo si gozo la simpatía
del abominable Marcial Maciel.
Se trata del Sacerdote legionario Juan Solana, flamante director del imponente Magdala Center, ubicado en Israel.
Quien con unas declaraciones ha desatado una polémica al interior de la decadente congregación, y es que resulta que se le ha dado por equiparar
a Monstruo Macielino con María Magdalena bíblica.
Se trata de una declaración burda, tonta y poco inteligente de parte de
este influyente Sacerdote legionario, dicha declaración ocasiono que se interpretara por la prensa, no como una declaración personal sino institucional.
Resulta que este Sacerdote hace unos
días comparo la vida de Maciel con la de
María Magdalena, esta declaración fue
entendida como un intento de minimizar los abusos perpetrados por Maciel
y justificar su vida y obra.
Solana había ordenado que apareciera
su absurda “reflexión” en una serie de
folletos distribuidos por el Centro que dirige. Con este folleto se decidió
lanzar una campaña mediática para
recabar los 100 millones de dólares que hacen falta para terminar el
ostentoso centro educativo y pastoral ubicado
a orillas del lago Tiberiades en Israel, dirigido por la diezmada legión macielina que el Vaticano no ha querido
intervenir de lleno.
El folleto se titulaba: "Magdalena: Dios realmente ama a las mujeres"
y en el comentaba: que "Las iniciales de Marcial
Maciel eran también MM, justo como María Magdalena", o sea… a quien se le
ocurre alabar y ensalzar a un degenerado
como Maciel, pues solamente a alguien
que lo admira demasiado, en el mismo
folleto dice: "Ella tenía un pasado
problemático antes de su conversión, por eso existe un paralelismo” (haciendo
referencia a Maciel).
Y seguía: “Nuestro mundo tiene estándares dobles cuando se habla de moral.
Algunas personas tienen una imagen formal, pública y luego su verdadera vida se
encuentra detrás de la escena", indicó. Y
remata diciendo: "Pero cuando acusamos a alguien más y nos apuramos
a apedrearlo, debemos recordar que todos tenemos problemas y defectos. Con las
comunicaciones modernas fuera de control, es fácil matar la reputación de
alguien sin siquiera investigar la verdad. Nosotros deberíamos ser más tranquilos
y condenar menos". Parece que a Solana no le quedo claro que Maciel fue suspendido por el Vaticano por lavado de dinero, homosexualidad, pedofilia, por haber tenido
hijos con varias mujeres y por haberse gastado el dinero en una vida lujosa, destinado a obras de la Iglesia.
O sea nadie lo difamo, nadie hablo mal de el, nadie mato su reputación.
Este folleto molesto a muchos dentro y fuera de la Legión, al grado
que obligaron al mismo Solana a enviar una Carta a todos los Legionarios,
sobretodo de Norteamerica, porque allá
fue donde se levanto mas ámpula, gracias
al sitio The National Catholic Reporter quien se dedico a difundir estas aberrantes y estúpidas comparaciones que fueron minimizadas por el mismo Solana y la Legión.
En la Carta Solana reconoció que el artículo en cuestión fue “claramente
inapropiado” y que fue una “elección pobre”, además añadió las disculpas por sus
reflexiones: "Yo trataba de referirme a la compasión y el perdón en la luz
de la historia de la Legión, pero me doy cuenta ahora que mis palabras eran torpes y sugieren una reverencia para nuestro
fundador que claramente rechazamos, Otra
vez, siento cualquier daño que esto haya causado” puntualizo, en la misma misiva tuvo que agregarse otra cara del Legionario John O´Connor quien es el actual director
territorial de la Legión en Norteamerica, donde también pedía perdón y
comprensión.
Esta actitud de este legionario no es aislada, es la actitud de muchos de los
miembros de la Legión que aun no les
cabe en la cabeza lo sucedido con Maciel y que si bien es la prueba y la punta del iceberg de que
aún en la Legión de Cristo las cosas no
andan bien, porque aun quieren tapar el sol con un dedo.