Diocesis de San Cristobal de las Casas:todo un reto pastoral los diáconos permanentes


San Cristobal de las Casas fue erigida hace 475 años, en 1539, pero hace 50 años le cambiaron de nombre. Anteriormente se llamaba Diocesis de Chiapas o Ciudad Real de Chiapas. De las 3 diócesis que están dentro del territorio del estado mexicano de Chiapas esta es la más antigua,  de ella se desmembró Tuxtla Gutiérrez, la capital, que es la Arquidiocesis  erigida en 1964 y elevada en 2006 y la diócesis de Tapachula  erigida en 1957.



Su actual Obispo es Felipe Arizmendí, del clero de Toluca, primero Obispo de Tapachula y después de San Cristobal. El primero de mayo cumple 75 años, por lo que se espera que sea relevado por su Obispo coadjutor Enrique Díaz, del clero de Morelia y en 2003 fue nombrado  obispo auxiliar, y el 15 de mayo de 2014 fue nombrado Obispo auxiliar con derecho a sucesión con rango de Coadjutor

Arizmendi llego en el año 2000, llego con la orden explicita de Roma de desmantelar el trabajo del Tatic (Padre en lengua Tzotzil), Samuel Ruiz García, pero a Felipe Arizmendi le paso lo que a Raúl Vera, iban para destronar a Ruiz García pero al ver el enorme trabajo realizado por Tatic  que terminaron por unirsele y seguir su obra. Trabajar en Chiapas no es fácil, es el otro México, cientos de dificultades se enfrentan los Sacerdotes a la hora de evangelizar, no es fácil, Samuel Ruiz en sus 41 años de trabajo pastoral hizo grandes cosas. De hecho la jerarquía eclesiástica de ese tiempo no quiso hacerlo Arzobispo, ni elevar San Cristobal por políticas vaticanas, porque no estaban de acuerdo con su manera de llevar la teología y la pastoral, por eso dejaron que el tiempo lo jubilara y por eso los Obispos mexicanos ultra conservadores lo relegaron, porque escuchaban (y escuchan) mas al gobierno que a sus hermanos obispos; pero eso no importo a Samuel Ruíz, el busco siempre hacer el bien a su Iglesia y a sus indígenas.

A la llegada de Arizmendi este busco dividir la diócesis (ver aquí), pero nunca tuvo el apoyo ni de sus hermanos Obispos ni de Roma, entonces  prosiguió con el plan de pastoral que Samuel en su basta experiencia había trazado. Ahora le dan la razón tanto Arizmendi como el Vaticano al finado Tatic.

Los Diáconos Permanente

La figura de los Diáconos permanentes  llego a San Cristobal con el Obispo Samuel Ruiz, quien en 1990 decidió ordenar a 69 hombres casados como Diáconos permanentes, en ese tiempo había 50 parroquias, 35 sacerdotes diocesanos y 27 religiosos (según el Anuario Pontificio de 1991). Esta estrategia de Samuel Ruíz le sirvió tanto que de 1999 a 2000 ordenó a mas de 250 Diáconos permanentes. Estas ordenaciones ayudaron  a cubrir zonas donde no había sacerdotes o donde no podían llegar y la avanzada de las sectas evangélicas en la zona se detuvieron. Pero ante el miedo de algunos Obispos retrogradas y del mismo Vaticano en el año 2000 se prohibió seguir ordenando Diáconos permanentes, ya que ante el éxito de Ruiz, este tenía un plan de ordenar a 200 mas.

Resulta que desde 2012 Arizmendi ha estado solicitando al Vaticano que le den permiso para ordenar diáconos nuevos, pero hasta la llegada de Francisco y platicando con el Papa este decidió darle permiso para que reanudara las ordenaciones. Y es que ahora San Cristobal tiene 66 Sacerdotes y 341 Diáconos permanentes, 1 soltero y 340 casados, pero muchos ya ancianos, otros enfermos y algunos ya no en funciones, por lo que Arizmendi y Díaz solicitaron al Papa reanudar, según Arizmendi se necesitan casi 150 diáconos mas para continuar con el trabajo. Y es que San Cristobal de las Casas sigue siendo tierra de Misión.

La visión de Samuel Ruíz fue una visión adelantada a su tiempo y gracias a ella San Cristobal de las Casas se salvo de que no se convirtiera en un bastión protestante y musulmán. Ahora se vislumbra una nueva era para esta diócesis, con los nuevos y próximos diáconos, sin duda un reto pastoral para los Obispos de esta diócesis, y una lección para los Obispos miedosos, retrogradas y arcaicos que en el año 2000 aconsejaron suspender la ordenación de diáconos por miedo a que estos quitaran  autoridad (dinero, influencia y poder) a los Sacerdotes y Obispos, construyendo una Iglesia paralela, cosa que nunca paso.

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