Tijuana: trabas en el caso de los Sacerdotes Ackerman y Tenorio acusados de pederastas



El caso del secuestro del Sacerdote Eduardo Ackerman  esta envuelto en un misterio. El encubrimiento involucra al mismo Arzobispo, a sacerdotes y a autoridades civiles, a poco mas de un año de lo sucedido el caso no avanza, pareciera como si las autoridades judiciales estuvieran coludidas.


 Ya he hablado de este caso al que la prensa de Tijuana no le interesa, y no le interesa  porque no sea noticia, sino simplemente por que no  sacarían dinero de un caso  que solo pretende conocer la verdad y hacerse justicia, y como a la mayoría de los periodistas de Tijuana solo les interesa la nota pobre, amarillista y sin contenido por eso no sacan  información. O al menos como la noticia esta muy verde no pueden lucrar con ella, pero que se puede esperar de unos periodistas que solo hablan y escriben obedeciendo a los mezquinos intereses de las elites que los contratan.

El caso donde el  acusado se convirtió en testigo ha tenido muchos altibajos, se trata del joven Adrian Zavala Duran, las pruebas que supuestamente lo inculpan han perdido credibilidad y en lo que va del juicio se han cambiado, asi como testigos y datos falsificados, ademas de mentiras dadas a conocer por los Sacerdotes Ackerman y Tenorio, coludidos hasta el cuello por casos de pederastía.

Estos Sacerdotes fueron acusados directamente en Roma por el ex rector del Seminario Eduardo Ortiz,  pero sus expedientes fueron blanqueados por orden expresa del mismo Arzobispo de Tijuana, gracias a la habilidad (ya conocida) del Sacerdote Hector Emilio, otro sacerdote con un historial de homosexualidad y desequilibrio mental documentado por algunos clerigos de dicha arquidiocesis y ahora condecorado con el cargo que desde que llegó a Tijuana, corrido de Mexicali, anhelaba, el del Vicario Judicial. Gracias a este Sacerdote y los buenos habitos de blanquear expedientes gracias al apoyo recibido por el arzobispo Romo,que antes de su salida ha recibido su premio.

Los Derechos Humanos locales se han hecho de la vista gorda, así como el mismo Arzobispo que se ha negado a recibir a la madre del acusado.

Varios Sacerdotes de la arquidiocesis la apoyan bajita la mano, pero por miedo  a represalias se han quedado callados, o sea se han convertido en complices de una acusación injusta. Mientras que con dichos y falsas promesas no han ayudado a la pobre señora que lucha por buscar la libertad de su hijo. Pero, ¿a quien le tienen miedo los Sacerdotes?, ¿al enclenque Arzobispo?, ¿a la autoridad? los Sacerdotes le tienen miedo a los Sacerdotes involucrados quienes son capaces  de hasta matar por quitarse de su camino a quienes les estorban.

La vida de los Sacerdotes Ackerman y Tenorio esta plagada de cosas raras, ligadas a la homosexualidad activa desde el Seminario, pedofilia, alcholismo, drogadicción y detalles muy delicados que no son propias de los ministros de Dios y que el Arzobispo Romo conociendo los casos ha guardado silencio. La doble vida de estos Sacerdotes es conocida por muchos miembros del clero tijuanense.

El caso sigue estancado, sin respuesta, el acusado solo con la protección divina se juega la vida en la precaria situación de la carcel y con la pesima justicia mexicana, que como en todo su territorio tiene muchas carencias.

La lucha de su familia, en especial de su Madre ha trascendido fronteras, en Roma conocen el caso, mas el silencio ha sido la constante. En estos días en que Bergoglio ha estado de visita en México, ella se armó de valor y con una manta  se puso al pie de la calle por donde pasaria el Papa argentino, para llamar la atención, quizá el Papa  no la vió pero miles de gentes si.

Hoy resta esperar a que se haga justicia, la justicia humana es lenta, la divina sabe llegar cuando menos se espera.


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