Cd. de México: Padre Adrian Huerta, la historia de un Cura trepador, ambicioso y dinerero




Mientras el Cardenal Rivera se pavonea  con los empresarios mas poderosos de México el deterioro pastoral que vive la Ciudad de México  es propio del fin de un período. Y es que ya es sabido que la  arquidiocesis vive un periodo de decadencia pastoral, iniciando casi casi a la llegada de Rivera, hoy la joya de la corona episcopal  espera el relevo, que probablemente se dará antes de tiempo, precipitado por el enclenque y nada espiritual Cardenal.


Algunos de los miembros de su clero conocedores de la manera de gobernar del más corrupto de los Obispos mexicanos quieren sacar jugo cuanto antes de este período de fin de gobierno y ya trabajan desde antes en su propia promoción o incluso  haciendo hasta lo imposible  por comprar episcopados, ya que conocen que su mafioso jefe ha hecho obispos por encargo, para silenciar y por compadrazgos, ejemplo hay muchos como el de Monseñor Esquivel y Monseñor Fletes suspendidos por el Vaticano o  como el lamentable caso de Guillermo Ortiz actual Obispo de Cuautitlán.
Con Monroy: intereses

Muchos Sacerdotes  ya han emprendido la carrera de promoción y los vemos cercanos al Cardenal, asesores, secretarios, amigos y demás quieren que el jefe los recomiende. De todos los que  se siguen promocionando resalta el nombre de uno, quien no solo hace regalos costosos y donativos al Cardenal sino al mismo Nuncio Pierre, se llama  Adrian Huerta Mora es originario del municipio de Guadalupe Victoria Nayarit. Tiene 46 años y fue ordenado  en el 2005. Ha estado en diversas comunidades en la Basilica de Guadalupe, en Xochimilco y ahora en el Templo Expiatorio.

Gracias a sus generosos donativos este Sacerdote tuvo acceso casi total a la Nunciatura en la pasada visita del Papa a México y es que con algo le tiene que agradecer el Nuncio Apostólico en México Chritophe Pierre.
Con Obispos: promoción

Son contados los encuentros de promoción que tiene este Sacerdote con Obispos y el mismo Nuncio, no faltan los regalitos económicos o las invitaciones a sus comunidades a ciertos jerarcas todo con el fin de promoverse.

La ambición del Padre Huerta no es de ahora, sino desde que era Seminarista, era conocido entre los miembros de su generación su interes por las cosas buenas, por las personas de dinero y por tener cargos importantes dentro del Seminario, casi siempre lo logró a costa de cualquier cosa. Tambien es sabido y conocido por el presbiterio de la arquidiócesis su ambición por el poder y por los cargos importantes.
Con el Nuncio: jugosos donativos

Este es el tipo de Sacerdotes que la Iglesia detesta, que Francisco no quiere  por que con esta actitud se convierten en obispos de aeropuerto, trepadores y saltarines solo buscando el poder, ojala y el próximo Arzobispo tome medidas para este y varios casos que andan rondando, por que el actúal Arzobispo  dudamos que lo haga, es mas es capaz de vender por algunas monedas cualquier titulo, todo para seguir apuntalando sus jugosos negocios como el de las peregrinaciones a Roma y a Tierra Santa.


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