El Salvador: suspensión definitiva a Curas abusadores encubiertos por la Jerarquía




Desde el año pasado se ha destapado la cloaca  en este centroamericano país, tan pequeño que solo alberga a 8 diócesis. Lo que al principio se tomó como una difamación y un ataque contra la Iglesia hoy ha sido corroborado. 


Estos primeros casos ocurren en la  Arquidiócesis de San Salvador, pero los conocedores afirman que existen aún más, erigida en 1842 y elevada a Arquidiócesis en 1913 la Iglesia Salvadoreña ha vivido de todo. Incluso tienen un Obispo mártir, recientemente beatificado, Monseñor Oscar Romero. 

Los tres casos ocurrieron  en la década de los 80s, según se refieren las víctimas. En esa época gobernaba la Iglesia el salesiano Arturo Rivera, quien llego al Arzobispado después de la muerte de Monseñor Romero en 1980, gobernó hasta su muerte en 1994. A el le sucedió el español  Fernando Saenz Lacalle del Opus Dei y quien siendo Obispo Auxiliar de Santa Ana fue promovido a San Salvador como Arzobispo, un nombramiento orquestado desde las altas esferas wojtilianas, quien por cierto el consagro junto al masón Eduardo Martínez Somalo de quien era discípulo y paisano.
 
Monseñor Escobar, ligeramente salpicado

Saenz Lacalle gobernó hasta el 2008 año en que fue aceptada su dimisión por edad. El Vaticano nombró a José Luis Escobar Alas para sucederlo, en ese tiempo obispo de San Vicente y actual Arzobispo de San Salvador, la única arquidiócesis de ese pequeño país centroamericano.

El modus operandi de estos pederastas es el mismo que han llevado los victimarios en otras partes del mundo. En su mayoría son Sacerdotes ligados al poder, cercanos al círculo de los Obispos, hombres con  una vida social destacada que han amasado dinero con sus cargos y que buscan en sus víctimas a hombres o mujeres jóvenes y de escasos recursos.

Son tres casos que desde el 2015 salieron a la luz pública, el que más destaca es el de Monseñor Jesús Delgado  de quien sacamos un artículo en 2015 (ver aquí) .

Ni la influencia ni el poder de Monseñor Jesús Delgado sirvieron para librarlo de las acusaciones. La única víctima que se animó a denunciar llego hasta el Papa Francisco, tiene 42 años e informó que fue abusada por este Sacerdote, que desde el año pasado fue separado de sus funciones (al menos públicas) y que hasta hace unos días el Vaticano ordenó su suspensión canónica. 

El otro casó del Sacerdote Salvadoreño suspendido es el de Juan Francisco Gálvez quien hasta 2015 era párroco en el municipio de Rosario de Mora, a poco más de 20 kilómetros de San Salvador, quien abuso de un par de niños también en los años 80s y 90s. También suspendido en noviembre de 2015 para dar pie a las investigaciones Vaticanas.

El último caso investigado es el del párroco José Antonio Molina Nieto quien en el momento de su suspensión el 15 de febrero de 2016 fungia como Párroco en el municipio de Santa Cruz de Roma Panchinalco, también suspendido definitivamente por el Vaticano. 

Si las víctimas no hayan denunciado directamente  (mediante carta) al Papa Francisco las cosas hayan seguido igual, y la impunidad de estos delincuentes haya seguido sin ningun problema.

El actual Arzobispo monseñor Jose Luis Escobar Alas se sorprendió cuando supo la decisión del Vaticano de apartar totalmente a estos Sacerdotes del Ministerio, al darse la resolución de que eran culpables. Al consultar a sus asesores este acato la orden, de otra forma  se hubiera convertido  en complice de encubrimiento, aunque habiendo llegado en 2008 a San Salvador no fue hasta 2015 en que hizo caso a las acusaciones y eso fue por que las víctimas acudieron directamente al Papa, de lo contrario la impunidad, como en muchos otros países haya seguido su curso.





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