México: 2017 un año de reacomodos y promociones episcopales







Parece que los Obispos mexicanos  viven en la inutilidad. Aferrados en su oficina y en sus redes sociales, contados son los que han asimilado la propuesta de Bergoglio de ser Curas Banqueteros. Ni si quiera la visita del Papa de la Misericordia a su país sirvió para animarlos, al contrario los replegó.



La llegada de Franco Coppola a la Nunciatura Mexicana  hace pensar en un parte aguas en la clericacia mexicana. Y es que al parecer los nuevos nombramientos o promociones episcopales vienen ya con el visto bueno de Coppola.


La influencia y el poder en México se centra en los Cardenales y ya no en los grupos de poder que antaño lideraban algunos liderazgos emergentes, el  más fuerte es el grupo del Cardenal  Robles por ser el Presidente del Episcopado, pero que no ha logrado permear ni en su  arquidiócesis donde cada vez es menos estimado, no solo por su clero si no por el mismo laicado. Robles se ha logrado cobijar por un grupo de Obispos que el mismo ha dotado de liderazgo, grupo al que hemos bautizado como Grupo Monterrey  quienes han logrado copar posiciones dentro del episcopado y en diócesis importantes en todo el país.  El otro liderazgo es el del Cardenal  Alberto Suarez Inda, emerito de Morelia quien por su cercanía con Bergoglio le ha ayudado a impulsar a sus pupilos a cargos o diócesis importantes en México. La influencia y el poder del Cardenal Javier Lozano Barragan a ayudado a Robles y Suarez para extender sus contactos en la Curia Vaticana. 


México tiene tres Cardenales que si bien aún tienen poder no son muy tomados en cuenta  por el resto de los Obispos, uno de ellos es el Cardenal Juan Sandoval, quien  durante  el tiempo que permaneció  en activo promovió a algunos sacerdotes del clero de Guadalajara para Obispos  pero algunos de dudosa reputación o por falta tacto pastoral han sido destituidos de su cargo, mientras que otros tantos están en la mira del  Vaticano debido a la dudosa reputación que tienen. El otro Cardenal es  el  Cardenal Rivera, quien es más amigo de políticos y empresarios que de los mismos Obispos y Curas de su arquidiócesis pero que no ha logrado tener influencia, ni la tendrá ahora  que está a punto de dejar la joya de la corona.


El último Cardenal México, el inexplicable nombramiento a Carlos Aguiar y uno de los más jóvenes Cardenales mexicanos después de Robles tiene poder e influencia  pero limitada, tiene su grupo de Obispos  (los Aguiaristas, diría un amigo Sacerdote) a quienes logró colocar mientras era presidente de la CEM, después fue relegado pero ahora el Cardenalato le ha dado más poder, aun así los Obispos mexicanos no le tienen confianza. Por eso se espera que pronto se vaya a trabajar al Vaticano y no se quede con la joya de la  corona, que tanto pretende.


La lucha por el poder clerical en México la veremos en los próximos años entre los Cardenales Aguiar y Robles.



Las Vacantes y el reacomodo


2017 es un año de reacomodos. Esto se debe a que varias diócesis ya vacantes recibirán su Obispo, y otras mas se quedaran vacantes en este año. Las que ya se encuentran vacantes son:  Tlaxcala, Tarahumara y Matehuala,  las dos primeras sus Obispos fueron promovidos, y el Obispo de la última falleció a los 73 años. Una Arquidiócesis más quedo  vacante gracias a la promoción de su Arzobispo, el de Acapulco que fue promovido a Morelia.


Otras diócesis se quedaran vacantes este año como San Cristobal , Torreón, Antequera – Oaxaca, Mixes, Irapuato y  Veracruz, sedes que serán ocupadas por promociones nuevas de liderazgos emergentes.


Veremos en acción el liderazgo de los Cardenales haciendo sus promociones  pero como desde hace tiempo habíamos adelantado, la joya de la Corona será la madre de todas las batallas.

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