Saltillo: el asesinato del padre Joaquín no es lo que parece, hermetismo por parte de la diócesis



  

La  desaparición del Padre Joaquín  recorrió todas las parroquias de Saltillo en poco tiempo. Tenía 42 años, fue ordenado en 2009 y era Vicario Parroquial de  la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús ubicada en la capital coahuilense.


A principios de enero (el 3) después de buscarlo donde habitualmente se encontraba la diócesis decidió dar parte a la policía y a los medios anunciando que había sido  secuestrado. La noticia local se hizo nacional y el 10 de enero el Episcopado Mexicano daba a conocer un comunicado donde exigía a las autoridades  la búsqueda del Sacerdote desaparecido.

En las esferas clericales mexicanas se escuchaba que el sacerdote había sido secuestrado o peor aún había sido asesinado por el crimen organizado.

La noticia de su muerte se supo días después, el 14 se confirmaba que el  cuerpo sin vida del Sacerdote había sido encontrado en un predio a las afueras de la ciudad.

La policía investigadora había descubierto que unos días antes el Sacerdote se encontraba con dos jóvenes menores de edad  bebiendo  en la casa de este,  desde un principio se dijo que eran seminaristas, pero después fue desmentido por la misma procuraduría.

En el proceso penal 21/2017  se informó que uno de los jóvenes ahorco al Sacerdote  y pidió a su compañero a que lo ayudara a desaparecer el cuerpo y lo depositaron en el Barrio El Refugio de Parras de la Fuente. En la misma declaración de uno de los jóvenes afirman que lo ahorco por que el padre se quiso pasar sexualmente con él y el otro lo ayudo, pero al saber que se trataba del Sacerdote este dio aviso a la policía.

Uno de los rumores  en torno al caso se decía que los dos jóvenes  inculpados eran Seminaristas, porque el Párroco de la comunidad había afirmado que dos jóvenes  seminaristas iban de apoyo pastoral los fines de semana y se quedaban a dormir esos días, pero al poco rato el Seminario y la  diócesis lo desmintieron.

Se trata de dos jóvenes  menores de edad de la comunidad  a los que el Sacerdote buscaba mucho, al igual que a otros, pero que fueron acosados por el Sacerdote.

Este caso debe poner en alerta a la Iglesia no solo de Saltillo sino a nivel  nacional que muchas agresiones en contra de Sacerdotes no es por la labor delicada de su ministerio sino por el mal testimonio y la doble vida que llevan, situaciones que muchas veces los obispos saben  y que prefieren callar y no decir nada.

Posdata.-



Como en muchos de los casos la jerarquía de la  iglesia católica  tratara de cuidar la imagen del Sacerdote, aludiendo que será otro móvil el asesinato y no que estaba con menores de edad y que quiso abusar de uno de los menores, incluso si las investigaciones fueran más allá entonces deberían de revisar sus redes sociales, y vaya sorpresa daría esta investigación.

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