Hace dos semanas la diócesis de Tepic informaba en redes
sociales sobre el estado delicado de saludo pero estable del Obispo emérito
Humberto Robles Cota. La situación se
fue complicando y debido a su edad dejo
de existir el 5 de enero a la edad de 85 años. El informe médico afirma
que padeció de un edema pulmonar.
Originario del norte de Sinaloa, se formó en el Seminario de los jesuitas en
Montezuma Nuevo México. Fue ordenado sacerdote a los 24 años por el Cardenal Carlo Confaloneri junto con Javier Lozano Barragán hoy Cardenal
emérito.
Fue el brazo derecho de Monseñor Adolfo Suarez Rivera cuando este era el Obispo
de Tepic. Cuando Suarez fue promovido a la sede de Tlalnepantla este lo
promociono para que se quedará en su lugar como sexto Obispo de Tepic en 1981 con tan solo 49 años,
diócesis que gobernó durante 27 años.
En general el
gobierno de Robles Cota en Tepic fue tranquilo, lo normal para cualquier
Obispo. El problema empezó cuando Robles cota se empezó a enfermar y casi en el ocaso de su episcopado, situación
que los grupos de poder de dicha diócesis empezaron a mover sus alfiles,
pensando que el Obispo moriría. El Lobby que controlaba la curia hacía y deshacía,
de hecho los últimos años la influencia de Carlos Aguiar Retes se empezó a
sentir, en tiempos en que Retes era el todopoderoso presidente del Episcopado. A la salida de Robles Cota se promovió a un
Obispo ajeno al clero de Tepic que pudiera resolver los problemas que ya se venían
gestando desde finales del episcopado de Robles, se eligió a un Obispo de
transición mientras Robles Cota preparaba a su delfín y eligieron a Monseñor Ricardo Watty, un
Obispo nacido en Estados Unidos y
miembro de los Misioneros del Espíritu Santo que había sido auxiliar de la
Ciudad de México y de ahí fue trasladado a Nuevo Laredo.
La situación de la diócesis y la delicada problemática aparte
el trabajo encomendado por el Vaticano a Watty en la investigación de la Legión
de Cristo ocasionó que la salud de este
Obispo se mermara desembocando en la muerte de Watty Urquidi.
A la muerte de Watty, Carlos Aguiar Retes promovió a su
amigo Luis Artemio Flores Calzada (del clero de Texcoco) amante de las comilonas, las fotografías y la
buena vida, a quien conoció cuando Aguiar era Obispo de Texcoco y que en 2003 lo promovió al episcopado como primer obispo de la diócesis de Valle de Chalco. Desde 2012 es Obispo de Tepic.
La situación de Tepic con el gobierno pastoral de Luis
Artemio Flores ha tenido poca transformación. Los cotos de poder le han hecho
una guerra silenciosa. Las críticas al Obispo se han multiplicado en toda la
diócesis, lo critican por su cercanía a los grupos de poder del
estado, muchos ligados al narco y al mal gobierno, por sus comidas fastuosas en la Riviera Nayarit. Incluso en algunas de las reuniones los sacerdotes lo apodan "Artemisa" por su afan de aparecer en la foto y por sus finos modales.
Ha suspendido a varios Sacerdotes por cuestiones delicadas,
como el caso del Sacerdote Ramón Briones, mejor conocido por la zona de
Rosamorada como el “Perro de la Costa” recientemente suspendido por escándalo,
sin embargo existen casos delicados como
el del sacerdote Francisco López Parra que tiene 7 hijos y vive un romance con
una mujer en la costa, aparte que ha sido solapado para huir a los Estados
Unidos cuando la situación se ha puesto delicada, un sacerdote que ha buscado
acaparar propiedades y autos a costa de
la feligresía. Además de los innumerables casos de homosexualidad de Sacerdotes
a quienes ha promovido a parroquias buenas y en cargos de la Curia.
Tepic es una diócesis pobre que solo tiene como entrada
económica el santuario de Talpa y la Riviera Nayarit junto con las más de 10
parroquias en Puerto Vallarta.
Con la muerte del Obispo Robles Cota la gente se queda
triste, un Obispo que vivió su época de emérito a dos sucesores suyos, uno
muerto otro vivo, un Obispo que a pesar de su edad y de su enfermedad siempre mantenía
la sonrisa, el obispo jovial y amante de ir al cine que dio testimonio de
pastor para su pueblo.
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