Autlán: rebelión contra el Obispo por defender al “santo” y “mártir” ex párroco de Unión de Tula

Sigue dando de qué hablar el delicado caso del ex Cura de Unión de Tula, hasta ahora enviado a meditar y orar por su Obispo mientras se recaban pruebas de todo lo que se tiene y se sabe para proceder conforme a derecho. Parece que la desobediencia es  una de sus características desde que era Seminarista, puesto que nunca ha obedecido a los anteriores obispos y ahora que se ha puesto orden en la diócesis es cuando empieza a hacerse el mártir.

Parece que la astucia del cura no le ha salido del todo como él quisiera, quien se ha presentado ante sus seguidores como un “Santo” y como un “Mártir” comparánddose así con el mismísimo san Rodrigo Aguilar quien fue perseguido y asesinado por el gobierno en Unión de Tula el siglo pasado y también es (malamente) comparado con San Pio de Pietrelcina por que fue perseguido por la misma jerarquía de la Iglesia por sus dones. Suena raro y exagerado, incluso hasta da risa el que sus seguidores comparen con estos gigantes de la santidad al ex cura de Unión de Tula que de santo solo tiene la raíz de su apellido.

Con estas afirmaciones se confirma que el ex Cura sigue navegando con la bandera de “Santo” y de “Martír” entre sus pocos seguidores y que sigue manipulando a la gente (como es de costumbre) para lograr sus mezquinos intereses.

Desde  a mediados de febrero un grupo de personas de Unión de Tula se han venido reuniendo para tomar medidas (erróneas) en apoyo a su ex cura, a quien quieren libre (como si estuviera preso) y de regreso en su parroquia, situación que  es prácticamente imposible por tanto tiempo que estuvo en esa comunidad. Se trata  de Guadalupe Dueñas Bernal y Teresa Dueñas  cabezas visibles junto con los miembros de la agrupación de los Heraldos que encabezan la rebelión en contra del Obispo por las medidas precautorias tomadas hacia el sacerdote Santos.  Y si estas personas están actuando de esta manera no es por su propia cuenta, sino porque han sido manipuladas por las mentiras o verdades a medias que el mismo Santos Pelayo les ha contado. 

El fanatismo de estas pocas personas  los ha orillado a planear ciertas acciones nada cristianas para presionar al Obispo, mediante anonimos, cartas y firmas, así como cerrar el templo de Unión de Tula,  agredir en redes sociales al Obispo, planear cerrar la catedral y boicotear la misa dominical del Obispo en catedral. La duda surge y empiezan a surgir  más cuestionamientos en torno a la persona del ex cura de Unión de Tula tenido como “santo” por sus seguidores, situación que deja mucho que pensar en torno al testimonio y formación que el cura dio a sus dirigidos: obediencia, paciencia, respeto a la autoridad del Obispo y fe, esto hace suponer que el Sacerdote Santos Pelayo solo se predicó así mismo y no educo en la fe a sus seguidores.

 

Anónimo que circulo en Autlán

Ha sido un tema constante en las reuniones del Presbiterio el tema “Guadalupe  Santos”, la mayoría del clero conoce el oscuro historial de este cura y por años callaron, como cómplices, su situación. Incluso el mismo sucesor de Santos (en calidad de administrador)  en la parroquia de Unión de Tula, el Sacerdote Luis Orestes Ochoa conocía de pies a cabeza la situación de Santos Pelayo y los Heraldos,  y lo que sucedía en torno a él, ahora se sabe que ha firmado una carta en apoyo al Obispo dándole la espalda a su entrañable amigo.

 

Carta despedida de los Heraldos al Seminario

Los seguidores de Santos Pelayo han manejado la suspensión temporal como un secuestro, cuando  al interior de la Iglesia este tipo de medidas han sido tomadas desde hace tiempo, casos como el del Arzobispo Milingo o del mismo Marcial Maciel  han llevado este proceso, y cientos de curas en todo el mundo lo han vivido como medida precautoria ordenada por las autoridades religiosas. Aquí la pregunta salta, ¿Quién manejó la situación del secuestro?, la familia del Sacerdote, los fanáticos seguidores o el mismo en sus comentarios mordaces. 

Respuesta y total apoyo  del Presbiterio hacia el Obispo

Es de dominio público que unos días después de que a Santos se le ordenara abandonar la comunidad de Unión de Tula un sacerdote de Puebla, amigo suyo, distribuyera sembrando la duda y la confusión por redes sociales un audio donde pedía oración por que el Padre Guadalupe Santos había sido secuestrado, tal noticia salto a algunos de los medios nacionales, no siendo desmentida ni por la familia ni por la diócesis de manera oficial, sino más tarde de manera informal se informó que el Cura se encontraba de retiro. El Sacerdote no se encuentra secuestrado, ni en un lugar inhóspito, tampoco el sacerdote fue enviado a una mazmorra o a una cárcel donde no sale ni come y donde su salud se deteriora, esto es una mentira que el mismo Santos ha hecho creer a sus fanáticos seguidores. Si lo primero que cuida la iglesia es la integridad de sus sacerdotes. El Sacerdote esta remitido en un lugar que bien podría ser un convento, monasterio o en el mismo Alberione, lugares donde tiene a la mano los servicios necesarios, además de médicos y psicólogos.

Otra de las descabelladas ideas de estos fanáticos seguidores es la de junto con la familia del Sacerdote demandar al Obispo por la vía legal por el secuestro de su amado y “santo” sacerdote, situación que desde luego no procede porque el fuero religioso es distinto al laico.

A parte de las complicaciones que existen en torno a este delicado caso, la actitud de los fanáticos seguidores solo empeorara esta situación que parece que viene buena.

 Tiempos de gloria, tiempos de desobediencia

 

La fallida fundación y el estrago que están causando la agrupación de los Heraldos a la Iglesia en México

 

¿Quién asesora a la agrupación de los Heraldos?  Es otra de las preguntas que salen a la luz, y es que desde su fundación no han hecho lo correcto. Para empezar no cuentan ni contaron con una aprobación diocesana, aunque el fundador siempre afirmo tenerla, simplemente manipulo a los obispos anteriores de Autlán y se dedicó a hacer lo que  quiso.. Aun así el fundador se expandió a otros lugres fuera de la diócesis  de Autlán donde viven algunos jóvenes que se hacen llamar heraldos, como por ejemplo las diócesis de  Saltillo, Huejutla, Chilpancingo – Chilapa, Yucatán  y la misma Guadalajara donde se presume estudian en el Instituto teológico Salesiano  bajo el cobijo del sacerdote Adolfo Barajas, ecónomo de la arquidiócesis. Uno de ellos de nombre Josue Carrillo estudia los últimos años de teologia

Carrillo clandestinamente con los Salesianos

A la suspensión de Santos Pelayo quedo  como responsable el joven Luis Felipe García Rojo quien fue formado por el mismo pseudo fundador en  sabiduría y en mañas puesto que las mismas características de Santos las ha aprendido este, como por ejemplo: dinerero, mentiroso y desobediente entre otras. Este pseudo religioso fue el autor intelectual, por orden de Santos Pelayo de la carta de despedida al Seminario y de su salida fugaz de la diócesis de Autlán, sin notificarlo al Obispo.

 Ahora ya en la diócesis de Chilpancingo –Chilapa el Obispo Salvador Rangel  se llevó a los Heraldos sin consultar con su clero y   pretende ordenarlo sacerdote sin escuchar a su presbiterio  a este individuo que fue corrido del seminario de Autlán por causas graves y mismo que mantuvo romance con seminaristas que ahora son Sacerdotes.

 

Monseñor Rangel protección total a los Heraldos, aunque tenga que enfrentarse al mismo Papa

Los  Obispos Salvador Rangel y el Obispo Raúl  Vera deberán considerar su apoyo a esta agrupación ya considerada rebelde por la Iglesia y boletinada a nivel mundial para que todo Instituto religioso u Obispo  tenga cuidado al aceptar a algún miembro que haya vivido en comunidad o participado en dicha agrupación, no sin antes hablarlo con el Obispo y con el Seminario de Autlán. Mientras tanto aunque cada Obispo es autónomo y tiene la libertad de decidir, pero  también deben entender que es muy importante la colegialidad eclesial y episcopal, de aceptarlos y hasta pretender ordenarlos les metería en serios problemas.

 

Fanatismo desbordante en redes sociales

En conclusión…….

La actitud del Obispo ha sido de prudencia y pacienci, ha ejercido su autoridad con la potestad que Autlán desde antaño neesitaba, mientras que la del Sacerdote ha sido de desesperación, por lo que las acciones llevadas a cabo por sus fanáticos seguidores dejan mucho que pensar de  unos fieles laicos  cristianos formados  por un “SANTO” Sacerdote que ha sido perseguido “injustamente”, por lo que hace pensar que solo les enseño a desobedecer al Obispo y  a cumplir sus caprichos. Mientras tanto la agrupación de los Heraldos con su actitud de rebeldía ha firmado su disolución anticipada y del ex cura de Unión la crónica de una suspensión anunciada. El tiempo dará la razón.