Todos los Obispos de México sin excepción han contribuido
con el debacle de México apoyando a los políticos corruptos que gobiernan dicho
país, unos del lado del PAN otros del lado del PRI.
Bajita la mano se han beneficiado de los gobiernos, en los
estados como a nivel nacional. Algunos han sido Obispos más cercanos al Presidente. Por ejemplo los obispos eméritos Juan Sandoval y Guadalupe Martín Rábago con Calderón y políticos
del PAN, Carlos Aguiar, Emilio Berlie, Francisco Robles y Norberto Rivera con políticos del PRI. Y
así cada uno con los distintos gobernantes de todos los colores y sabores en el
territorio de sus respectivas diócesis
Se han beneficiado de sus amistades con políticos para
arreglar algunos problemas o incluso para sacudirse enemigos, en lo público discreción, en lo privado participan de reuniones discretas donde solo políticos y clérigos brindan por sus
hazañas, mientras el país se desmorona y es saqueado por ellos mismos.
Es muy conocido entre los obispos la frase de Rivera Carrera
“déjenlos hacer su trabajo”, frase que describe perfectamente el modus operandi
de los pastores católicos de tan
golpeado país. Frase acuñada al Cardenal
Rivera en algunas de las reuniones de la CEM.
No ha habido un
Obispo mexicano que en la historia reciente ponga de cabeza al gobierno
mexicano, de hecho se cuidan y si tienen que decir algo lo hacen en grupo, para
protegerse, porque tienen miedo de perder su estatus de confort en el que
viven. El gobierno conoce sus pecados y sabe que pata cojean, entonces
cualquier movimiento en falso puede salpicar a la prensa y puede acabar con el
carrerismo de tan “buenos” pastores.
Ni si quiera Sergio Méndez Arceo (primo de Lázaro Cárdenas)
ni Samuel Ruíz se escaparon del coqueteo con políticos, ni mucho menos ahora el
famoso Obispo de Cuernavaca Ramón Castro, quien fue obispo auxiliar de Yucatán
cuando el político panista Patricio Patrón Laviada fue gobernador, aun así su
relación con la familia Cervera Pacheco gracias a su Arzobispo promotor fue
muy fuerte. Ya en Campeche que siempre ha tenido gobiernos priistas
todos corruptos y con un historial deprimente en seguridad, los dos políticos del
PRI que gobernaron durante el tiempo en
que Castro estuvo de Obispo fueron Jorge Carlos Hurtado Valdez y Fernando
Ortega Bernés, ambos acusados de corrupción durante su gestión. Por eso las
preguntas que hace dudar a cualquiera es ¿si el gobierno de Morelos fuera del
Pan o del Pri el Obispo haya hecho lo mismo que con este que es del Prd?, ¿Por
qué el Obispo no alzo la voz durante su gobierno pastoral en Campeche ante la
ola de corrupción priista?.
Los Obispos mexicanos siempre han sido lame botas de los políticos,
las grandes manifestaciones que se han organizado en los últimos años pro vida
o pro familia han sido organizadas por
laicos o sacerdotes, que a duras penas han hecho que los obispos participen,
contados son los Obispos que han participado, en ni una manifestación se ha
visto abiertamente a Obispos, como en otros países. Las grandes propuestas que
han contribuido para bien de la iglesia en México han surgido de la Iglesia de
a pie, del clero y del laicado, es por eso que los Obispos difícilmente meten
las manos cuando un cura critica al gobierno y es perseguido por este. Protegen
más a un cura pederasta que a un cura crítico.
Reunión de Apoyo
Cuentan las malas lenguas que el mismo Presidente Enrique
Peña Nieto solicitó a su amigo el Cardenal Carlos Aguiar el apoyo urgente para su primo Alfredo del
Mazo, candidato a gobernador por el PRI del Estado de México, bastión priista y
del grupo Atlacomulco. El apoyo sería mediante una reunión con el Presidente en
los Pinos, la condición que puso Aguiar fue que la Presidencia se encargara de
ir por los Obispos y regresarlos en una manera discreta, aún así el
mismo Obispo se encargaría de juntar en uno o dos puntos estratégicos a los
prelados para que el convoy los recogiera. Y así fue, la cita se agendó para el día
viernes 31 de marzo. Un día antes los Obispos del Estado de México
habían dado a conocer mediante un comunicado conjunto donde pedían a los
candidatos transparencia y honestidad.
La reunión se desarrolló a puerta cerrada y de manera discreta, a ella
acudieron los Obispos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla incluyendo al Cardenal Carlos Aguiar (el más interesado y organizador de la
reunión) y obispos de sus diócesis sufragáneas: Cuautitlán,
Ecatepec, Izcalli, Nezahualcóyotl, Teotihuacán, Texcoco y Valle de Chalco. Aparte se invitaron a todas
las diócesis sufragáneas de la vecina arquidiócesis primada de México:
Atlacomulco, Tenancingo y Toluca, excepto Cuernavaca donde el Obispo prefirió no
asistir por la situación que vive. A
esta reunión también asistió el arribista obispo de Ciudad Altamirano, quien se
dice conocedor de su natal Atlacomulco, según el mismo Obispo de Toluca,
Francisco Chavolla.
La noticia la relata el periodista Álvaro Delgado, autor del famoso libro El Yunque, en la revista Proceso y da fe de lo acontecido en dicha reunión donde según sus contactos el
actual presidente de México se hinca para besar el anillo del Cardenal Retes,
coautor intelectual de esta reunión de apoyo al moribundo PRI en el Estado de
México.
El caso es que el Cardenal Aguiar está
muy interesado en ayudar a sus amigos los corruptos políticos del Pri, bien
versa el dicho: Dios los hace y los
corruptos se juntan.
Pienso que un católico que vota por la izquierda (Morena, PRD, PT, etc.) es tan idiota como un judío que votara por los nazis. Por otro lado, los hechos hablan, ni Peña Nieto ni el PRI son precisamente buenos cristianos y creo que el pueblo católico de México ya es lo suficientemente maduro como para saberlo.
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