Después de varios meses monseñor Okpaleke logro conseguir
una cita con el Papa. Como Obispo no es que fuera difícil, sino que lo había
meditado desde hacía mucho tiempo, quería evitar un derramamiento de sangre al
llegar a la diócesis que desde 2012 le había sido asignada.
Monseñor Peter Ebere Okpaleke tiene 54 años, fue ordenado sacerdote a los
29 años para la diócesis de Awka en
Nigeria. En 2012 el arzobispo Valentine Obinna de la Arquidiócesis de Owerri lo
promovió para segundo obispo de la
diócesis de Ahiara una de sus diócesis
sufragáneas, a la consagración episcopal (que fue en el Seminario de la
Arquidiocesis de Owerri) asistió como co
consagrante el hasta ahora único Cardenal en activo (de los tres) que tiene Nigeria, el Arzobispo
de Abuja monseñor Onaiyekan, quien actualmente tiene 73 años.
El problema de la
diócesis de Ahiara no es de 2012, ni de este año en que el Papa ha sido
enterado directamente del problema, la
situación data desde finales de los años
80s en que fue creada la diócesis. Al menos eso relato un sacerdote misionero a
S&P.
Ahiara es una diócesis joven, erigida por San Juan Pablo II
en 1987, su primer Obispo fue Victor Adibe Chikwe consagrado por el mismo
Wojtyla en el Vaticano y apadrinado por el Cardenal Eduardo Martinez Somalo a
quien conoció en la universidad Urbaniana, cuando el entonces Obispo era un
estudiante. Chikwe gobernó la diócesis por 23 años, tiempo que aumentó el número
de sacerdotes y de católicos bautizados en dicha región.
En África, en especial en Nigeria existe una serie de
regionalismos muy acentuados, las tribus y los clanes son básicamente los que
tienen el control de ciertas regiones, eso pasa en Ahiara, incluso varias
diócesis han erigido seminarios exclusivos para
las distintas tribus y no aceptan seminaristas de otra etnia, no por
racistas, sino para evitar problemas tribales, incluso guerras en un futuro.
Bergoglio no conoce
el problema, ha dictado ordenes solo por lo que le han contado y esto
puede costarle a la Iglesia muchos dolores de cabeza sobre todo en esa parte de
África, donde el catolicismo ha repuntado y donde también la presencia de Boko
Haram es muy fuerte. Los problemas tribales no son nuevos. Bergoglio ha
decidido acabar con el problema sin dar pie al dialogo, sin dar pie a la tan
promocionada “paz” de la que tanto habla, y a sentenciado a los Curas de esa
localidad, más de 120, que si no le
mandan una carta antes del 9 de julio quedarían
fuera de la Iglesia católica.
El Obispo Okpaleke pertenece a la etnia Mbaise distinta a la que vive en la zona
de Ahiara que son los Igbo y esa es la
razón por la que los fieles y los clérigos llevan cinco años sin dejarlo tomar
posesión. La historia registra como la etnia Mbaise ha masacrado a clanes enteros de los Igbo en varias ocasiones.
Bergoglio ha actuado
arbitrariamente (que raro) sin conocer la verdadera situación, en vez de dejar
al pupilo del Arzobispo Obinna llegar a la diócesis debería nombrar a un Obispo de la etnia Igbo, al fin ¿Qué
no es el Papa de la paz?
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