Si alguien conoce al cien la realidad centroamericana es
Silvio José Báez Ortega, obispo auxiliar de Managua, la capital de Nicaragua, tiene
60 años, a los 26 años fue ordenado sacerdote incardinado a la orden de los
Carmelitas descalzos, a donde ingreso en 1979.
El Obispo Silvio como se le conoce muy bien la realidad
social de diversos países centroamericanos, entre ellos su natal Nicaragua,
antes de ser Obispo estuvo colaborando en Costa Rica y Guatemala en diversos
servicios de su orden. Quienes lo conocen afirman que es un autentico pastor,
sencillo y de buen trato. Con una capacidad intelectual muy por encima de sus
colegas obispos, esto se debe a su amplia preparación en una de las carreras más
difíciles en la teología. Se licenció en
Sagrada Escritura en 1988, sin duda una carrera difícil, que necesita mucha
dedicación, ante su capacidad sus superiores lo enviaron a estudiar a Jerusalén,
a la prestigiosa Escuela Bíblica de Arqueología francesa de Jerusalén, regenteada desde 1890 por los
padres dominicos. En 1999 se doctoró en Teología Bíblica en la Gregoriana en
Roma, su tesis doctoral es referente para todos los estudiantes de esa carrera
desde el año 2007.
Su labor pastoral se ha distinguido por la docencia y la predicación, los que lo conocen dicen que no es un Obispo de oficina, sino un obispo con olor a oveja. Fue promovido al episcopado por Monseñor Brenes, actual Cardenal, y muchos miembros del clero creen que podría ser su sucesor en unos años mas.
Valeroso discurso del Obispo en la Catedral cuando los jóvenes estaban atrincherados.
Nicaragua vive actualmente un proceso de transformación,
actualmente es gobernada por un ex guerrillero miembro del Frente Sandinista de
Liberación Nacional, Daniel Ortega quien ha gobernado ese país en cuatro ocasiones. La situación difícil comenzó
el 18 de abril cuando el gobierno anunció las reformas de seguridad social y
cientos de jóvenes en todo el país alzaron la voz.
Tras las manifestaciones los jóvenes fueron replegados por
la policía y algunos heridos se refugiaron en la Catedral, el Obispo estando en
su actividad pastoral ordinaria se comunico con el Cardenal Brenes Arzobispo de
Nicaragua y le pidió no dejar a los jóvenes y es así como la Iglesia nicaragüense
apoya las exigencias de la juventud ante sus derechos atropellados.
El caso es que Monseñor Baez ha dado batalla con su apoyo a
los jóvenes, su presencia incomoda a
muchos en la vida política nacional, pero se trata de uno de los Obispos mas
sensibles, inteligentes y coherentes que ha tenido Nicaragua, por eso su
testimonio de vida y servicio es su mejor arma contra sus enemigos.
El Obispo también lo podríamos llamar el “As de las Redes
Sociales”, en especial de Twitter red donde dirige sus mensajes, y vaya que son
una bomba porque son retuiteados a lo largo y ancho del mundo, de hecho su
cuenta fue verificada en menos de una semana por dicha red social.
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Apoyando una manifestación por la paz |
La batalla por la paz y la esperanza de los Nicaragüenses apoyados por su obispo aun empieza, y ha surtido efecto al grado de que el
mismo Obispo sabe que su vida corre peligro, incluso la vida de sus familiares,
pero eso no merma su decisión de apoyar la lucha de los jóvenes, al grado que
su valentía ha servido para que los Obispos de ese país lo apoyen, con miedo
pero lo apoyen, incluso el mismo Cardenal José Brenes quien también es conocido
por su apoyo incondicional a los pobres.
El Obispo auxiliar cuenta con el total apoyo del Papa
Francisco, al igual que el mismo Cardenal. Mientras tanto el Obispo Baez seguirá siendo
un punto de referencia en esta nueva transformación social que vive Nicaragua,
ojala y otros Obispos de Latinoamérica se motiven a estar del lado de los
desprotegidos y no de los políticos.
Digno hijo de Teresa de Jesús. Ojalá aprendieran de el tantos obispos inútiles que están mas del lado de la comodidad y de los ricos que de los pobres y los descartados.
ResponderEliminarTambién digno hijo de Juan de la Cruz. Como alientan, retroalimentan y edifican este tipo de pastores. Jamás se le va la historia al Señor, que pone verdaderos pastores entre quienes no lo son.
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