Monterrey: denuncia canónica destapa red de pederastia protegida por Obispos en Saltillo y Piedras Negras

Raúl Vera y Alonso Garza acusados de ser encubridores de curas pederastas


Lleva mas de 5 años en el activismo contra la pederastia clerical. Su tenacidad ha logrado captar la atención del ala mas cerrada de la Iglesia y la que ha protegido mas a Curas pederastas: los Obispos. Se llama Ignacio Martínez y  en los últimos años ha denunciado a un grupo de sacerdotes protegidos por los Obispos Raúl Vera (de Saltillo) y Alonso Garza Treviño (de Piedras Negras).

Martínez Pacheco tiene en su poder una lista de Sacerdotes pedófilos que han sido protegidos por estos Obispos, con pruebas contundentes. El caminar no ha sido fácil, se ha encontrado con una obstrucción cupular, donde la mafia clerical ha tratado incluso de amedrentarlo. Varias victimas no solo de Saltillo y Piedras Negras lo han buscado.

Alonso Garza Treviño y Raúl Vera principales encubridores

Siendo seminarista fue victima de algunos Sacerdotes, entre ellos destaca el protector del Obispo Alonso Garza quien sabiendo de su situación homosexual lo promovió a rector del Seminario, hoy está preso por abuso sexual no solo contra el sino contra otros seminaristas, se trata del sacerdote Manuel conocido como el Padre Meño.

Piedras Negras fue desmembrada de la diócesis de Saltillo e 8 de enero de 2003, fecha en la que fue erigida como diócesis por el entonces Papa Juan Pablo II, al mismo tiempo se nombró como Obispo. Garza Treviño fue promovido al episcopado por el entonces Cardenal de Monterrey el arzobispo Adolfo Suarez y apoyado por el actual Obispo de Saltillo. A la llegada de Garza a Piedras Negras las victimas lo buscaron, pero fueron ignoradas.

Raúl Vera tiene récord de sacerdotes encubridores en su diócesis, de hecho apoya el lobby gay de su diócesis, Vera siente el apoyo del mismo papa Francisco, al menos el así lo ha hecho ver en mas de una ocasión. Por eso a muchos curas y laicos de Saltillo ya les urge que Vera se jubile, porque ante las innumerables quejas al Vaticano este no hace caso.

La estrepitosa caída del Obispo Garza

El mal manejo de la situación de pederastia, el encubrimiento  y la falta de escucha le cayó como una bomba a la carrera en asenso del Obispo Alonso Garza Treviño, quien en 16 años de Obispo no ha tenido ninguna promoción a pesar de tener todos los medios para posicionarse en el asenso episcopal. De hecho se empezó a correr el rumor  cuando Monterrey quedo vacante que Garza seria sucesor del Cardenal Robles, como Arzobispo de Monterrey, pero al parecer Garza Treviño fue excluido de la terna por sus antecedente de protección a sacerdotes pederastas. Ahora enfrentará un juicio canónico junto con Raúl Vera Obispo de Saltillo.
Padre Meño, protegido del Obispo Garza, en la cárcel

Juicio Canónico  contra Alonso Garza Treviño y Raúl Vera López en la Arquidiócesis de Monterrey

El 12 de julio pasado, Ignacio Martínez Pacheco por indicación del mismo Nuncio Apostólico y ante la falta de apoyo de los tribunales diocesanos tuvo que dirigirse a la Arquidiócesis de Monterrey para presentar una denuncia contra los citados Obispos. En la denuncia pide justicia y ofrece información no de uno sino de varios sacerdotes de Saltillo y Piedras Negras que fueron encubiertos por estos Obispos.

Denuncia de victima destapa red de pederastia protegida por Obispos

La denuncia de Martinez Pacheco destapa una red de sacerdotes pederastas que entre ellos se protegían: destacan el Padre Meño (ya preso), el sacerdote Armando Vargas, Cesar Isidro Córdova Castillo, Jorge Campos Rodríguez, Alejandro Hernández, Eduardo Velez, entre otros.

Aquí la duda salta en saber si se hará justicia al menos en estas dos diócesis plagadas de pederastas. La Iglesia en México tiene un reto, hacer una limpia y enfrentarse a la red de curas pederastas y homosexuales que a lo largo de los años han sido protegidos por los Obispos. ¿Tendrán los Obispos los suficientes pantalones para enfrentar esto?. Las victimas se han enfrentados a bloqueos no solo en el clero sino en las mismas autoridades civiles, donde las denuncias  no han prosperado. Por  eso ahora el Arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, tiene no solo la encomienda, sino la obligación de atender a las víctimas.

Comentarios