Colombia: el nuevo Arzobispo de Bogota, vientos de cambio


Desde semanas atrás ya se venia escuchando en ronroneo clericales sobre el  nombramiento del Arzobispo primado de Colombia. Si bien las reuniones y cuchicheos  habituales se cambiaron por mensajes de whatsap y reuniones virtuales  sonaban varios candidatos menos el elegido por el Papa.  Los sabuesos clericales no le atinaron al delfín de Bergoglio para este cargo.


Si bien el trabajo del Arzobispo emérito Ruben Salazar fue medianamente bueno, como  lo pide la Iglesia  presento su renuncia al cargo el 25 de abril pero de 2018, cuando cumplía 75 años, de inmediato se supo que  el Papa le daría dos años de gracia, algunos en el episcopado decían que por su buena labor, otros que por que gozaba de buena salud, pero en realidad el Vaticano quería  hacer una buena elección, ademas Salazar en ese tiempo aun  era el Presidente del CELAM y dicho organismo regional no podía tener como presidente a un Arzobispo jubilado, aunque  ostentara el titulo de Cardenal, por esa poderosa razón le dieron dos años mas.

En estos últimos meses cercanos a su cumpleaños numero 77 se estaban barajando diversos nombres de Obispos que ocuparían el cargo clerical mas importante de toda Colombia. En los pasillos y en la prensa figuraba el nombre del Arzobispo de Medellín, monseñor  Ricardo Tobón Restrepo de 69 años que en 2010  fue nombrado arzobispo de Medellín, pero su alto nivel de encubrimiento de curas pederastas le impidió ascender, a esto hay que agregarle que  su marcada diferencia con los postulados del Papa , puesto que a  Tobón lo relacionan con el grupo de obispos conservadores de Colombia, estas dos cosas le impediría  hacerse de la joya de la corona episcopal colombiana.

Otro de los Arzobispos de peso en el episcopado colombiano es el Arzobispo de Bucaramanga,  Ismael Rueda Sierra de 70 años, que en 2009 fue trasladado de la diócesis de Socorro y San Gil a Bucaramanga, donde según el clero y  los fieles ha hecho un trabajo medianamente normal. Aunque si era el favorito de entre los favoritos.

El que en su momento fue candidato natural a ser el primado de Colombia, al menos así se sentía era el  Arzobispo  de Villavicencio monseñor Oscar Urbina Ortega, quien conoce muy bien al clero bogotano, porque es de ese mismo clero y fue obispo auxiliar en tiempos del poderoso Pedro Rubiano. Pero, lo que lo dejo fuera de la jugada  por el ascenso episcopal  fue que esta envuelto en un escándalo de encubrimiento  de curas pederastas en su propia arquidiocesis donde tuvo que suspender del ministerio clerical a 19 sacerdotes acusados por abuso sexual.

El nombramiento recayó en quien menos esperaban. en el arzobispo de Popayán, monseñor José Luis Rueda Aparicio, de 58 años, en realidad algo joven para ese nombramiento, puesto que sus antecesores  fueron nombrados en edad mas avanzada, como  Mario Rebollo de 75 años, Pedro Rubiano de 62 y Ruben Salazar de  67.

Cabe destacar que Monseñor Rueda se enfrentara a los cotos de poder   liderados por sacerdotes afines a dos grupos, por un lado los liderados moralmente por los dos Cardenales que  se encuentran viviendo como eméritos en Bogota, Rubiano y ahora Salazar. Ademas de una caída en las vocaciones por las recientes acusaciones de sacerdotes pederastas, aunque Colombia se ha distinguido por seguimiento y apoyo a las victimas, en pocas palabras ha actuado mas rápido que otras iglesias latinoamericanas, pero en todas las diócesis colombianas hay casos de abuso sexual y en muchas de ellas encubrimiento por parte de los mismos obispos.

Con el nombramiento de Jose Luis Rueda Aparicio el Papa lanza un claro mensaje de renovación episcopal al clero colombiano,  un  clero amañado, aletargado  y acomodaticio.

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