Ciudad Valles: los retos del nuevo Obispo





La diócesis de Ciudad Valles  cumple el 27 de noviembre de este año 60 años de haber sido erigida. Su primer obispo fue monseñor Carlos Quintero Arce, formador del Seminario de Guadalajara y a quien el entonces Arzobispo Garibi lo  promovió con tan solo 40 años de edad. De ahí Quintero fue promovido a  Arzobispo de Hermosillo. Le sucedió un sacerdote de Puebla, llamado Alfonso Reyes Ramos quien tan solo duro dos años como Obispo, falleció a los 50 años de edad. Le sucedió Jose Melgoza quien hizo una labor pastoral importante por casi 9 años, de ahí fue trasladado a la diócesis de Nezahualcoyotl, a este le sucedió un sacerdote del clero de Monterrey, Monseñor Juvencio González quien gobernó la diócesis por catorce años. A este le sucedió otro sacerdote del clero de Monterrey, Jose Guadalupe Galvan Galindo, que duro seis años  y después fue promovido a la diócesis de Torreón.

El sexto obispo  fue Roberto Balmori, un sacerdote religioso de la congregación de los Misioneros Josefinos, desde luego promovido por el otrora misionero josefino y obispo prelado de Huautla, prelatura que se encuentra vacante y por el entonces Arzobispo de Monterrey Cardenal Antonio Suarez.

Balmori es el Obispo que mas ha durado en el cargo, y muchos coinciden en que es el Obispo que mas daño ha causado a la diócesis. Desde hace  dos años  ya pedían a gritos su salida, incluso años atrás se corrieron rumores de la posible salida  del mismo, argumentando enfermedad, pero no fue así. Algunos pensaban que en cuanto cumpliera los 75 años se haría publico su renuncia pero tampoco paso eso. el Vaticano se tomaria en serio el nombramiento del sucesor de Balmori, pero antes que eso tendría que analizar la situación delicada de la diócesis  para poder poner un sucesor a la altura de las necesidades pastorales.

Cuando fue erigida la diócesis solo tenia algunas parroquias y unos cuantos sacerdotes, ya en el anuario pontificio de  1965 aparecen  29 sacerdotes y 17 parroquias, en el mismo anuario  pero del año 2016 aparecen  76 sacerdotes y 50 parroquias.Algunos sacerdotes y laicos achacan el estancamiento de la diócesis a las malas decisiones de Balmori, sobre todo en los últimos años de su gestión.

Balmori cumplió 75 años en 2018 y para pronto  los cotos de poder unos afines al obispo otros no tanto empezaron a barajear nombres de posibles sacerdotes par suceder al Obispo. En 2019  se escuchaban nombres, destacaban el del sacerdote Humberto Juarez Villeda, quien tiene estudios en Roma en Teología Dogmática, hombre de confianza del obispo Balmori quien lo doto de cargos clave en la diócesis, entre ellos el de Párroco de Catedral y el de Víctor Manuel Martinez Castro, párroco de San Judas Tadeo. La sorpresiva visita del Nuncio a dicha diócesis vino alborotar el avispero con el tema de la sucesión episcopal.

El pasado 19 de marzo el Vaticano dio la noticia del nuevo nombramiento, no fue un sacerdote de Ciudad Valles, ni de la Arquidiocesis de San Luis Potosí, ni mucho menos de Monterrey, tampoco llegaría un Obispo ya ordenado, como pensaron  algunos del clero, incluso el mismo Obispo llego a comentar en reuniones clericales que se prepararan por si llegaba un obispo ya consagrado.

El nombramiento recayó en un sacerdote del clero de Tampico, el padre Roberto Yenny García, quien ha estado trabajando en la CEM, en el área de relaciones institucionales . Tiene dos licenciaturas, la de Filosofía y Teología Moral, la maestría en Terapia Familiar y doctor en Bioetica. Al parecer toma posesión el 17 de junio próximo.

Son grandes los retos del nuevo Obispo, quien tiene una amplia experiencia pastoral tanto en parroquia como en la formación de sacerdotes, puesto que fue formador y rector del seminario. Con 48 años tendra que enfrentarse a los cotos de poder de sacerdotes ya arraigados, con problemas de alcoholismo y doble vida, sin contar la dificil tarea que le espera en el seminario diocesano.

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