Tepic: una iglesia en agonía por culpa de su obispo



Este lunes 18 se cumplieron 8 años de la llegada del Obispo Luis Artemio Flores Calzada a la sede episcopal de Tepic. En la  homilía el Obispo Flores dijo, "Vamos a formar una Iglesia viva", pero a ocho años de haber llegado la esta acabando.


El nombramiento  de Flores Calzada causo revuelo en el clero de Tepic, puesto que algunos suponían que uno de los sacerdotes (afines al Cardenal Aguiar)  del clero nayarita seria nombrado obispo, en efecto fue un obispo afín a Aguiar pero no del clero de Tepic, Flores Calzada fue el primer sacerdote promovido por Aguiar después de haber sido nombrado Obispo de Texcoco en 1997, a Flores Calzada lo promovió en 2003 como primer obispo de Valle de Chalco.

En noviembre de 2011 fallecía misteriosamente el  entonces obispo Ricardo Watty quien solo trabajo por casi tres años en la diócesis. El nombramiento de Flores fue un manotazo directo del entonces  Arzobispo Aguiar, en ese entonces presidente de la Conferencia Episcopal, quien promovió a su amigo, Aguiar buscaba alguien de su confianza para tener algo de control en su  diócesis madre.

¿A ocho años de la presencia del Obispo Artemio en  tierras nayaritas como se puede evaluar?, la mayoría de los laicos y de los curas coinciden en que el nombramiento de Flores Calzada fue el peor error  que se haya cometido, quien esta pagando los platos rotos es la feligresía de la diócesis. Y para muestra esta la decadente formación en el Seminario diocesano, que cada día tiene menos vocaciones, ademas de la falta de compromiso de muchos sacerdotes, la desilusión de los laicos antes distintas acciones del Obispo, sobre todo en su falta de autoridad en la toma de decisiones y no se diga en la emergencia que se vive por la escasez de sacerdotes, situación que al parecer al obispo  no le importa.

Si el clero y feligresía de la diócesis de donde provenía Flores Calzada se quedaron con buen sabor de boca por el paso de casi nueve años,  quizá fue porque fue el primer obispo y le toco   sentar las bases de la naciente diócesis, pero sus colegas de Tepic dicen lo contrario. 

El Obispo ha sacado a relucir el cobre, en vez de actuar como un verdadero pastor, amigo y padre actúa como un obispo dinerero, incoherente con lo que dice y lo que hace, un obispo que la mayoría de su clero le ha perdido la confianza, por eso la soledad del mismo. Le importa mas el dinero y  el poder que la realidad de su clero, por eso existen demasiados casos delicados de sacerdotes, incluso de la misma Curia diocesana. A esto hay que agregarle como los cotos de poder que en un tiempo fueron patrocinados por Aguiar Retes se han sabido imponer y han hecho de las suyas.

En la diócesis se respira un ambiente de desconfianza  no solo en la relación Obispo - Clero, sino ahora también en los laicos, en algunos lugares ya no se le ve con la emoción que inspiraba en ver la figura del obispo, como paso con Robles Cota, incluso con Watty, que poco a poco la gente lo empezó a querer, después de casi 27 años de vida pastoral como obispo en activo y emérito. En algunas comunidades ya se empieza a comentar mal del obispo, incluso algunas personas dicen que es un obispo acosador de mujeres, en otras dinerero.

Tepic es una diócesis pobre, la mayoría de sus entradas  extras provienen de las parroquias de Vallarta y del santuario de la Virgen de Talpa, de hecho el sueldo de los sacerdotes es de los  mas bajos del promedio de todo México, las pugnas y la avaricia del clero  han ocasionado una visión pastoral pobre, puesto que la zona de Tepic tiene un basto potencial de liderazgo pastoral.

En estos ocho años  bien se podría evaluar la labor del Obispo, de empezar bien se ha venido diezmando, el problema que le faltan por lo menos 4 años para que canónicamente deje la diócesis, y la diócesis seguirá sufriendo la ingobernabilidad episcopal, misma que se refleja en el clero, el seminario y la atención a los fieles. Que culpa tiene esta diócesis de merecer estos pastores.




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