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| George Ganswein / Foto: abc.es |
Desde hace unas semanas se difundió en varios medios de noticias eclesiales de España la inminente visita del Arzobispo Georg Ganswein a Madrid, para este 18 de octubre.
Ganswein quien fuera el asistente personal del Papa emérito Benedicto XVI y quien fungiera hasta el 28 de febrero de este año como Prefecto de la Casa Pontificia, y que fue cesado por Francisco, se anunciaba con bombo y platillo su visita a la flamante Arquidiócesis de Madrid.
El run run ya se escuchaba en círculos clericales de Madrid y diócesis circunvecinas. Y es que la invitación corrió a cargo de la Fundación Universitaria Española que preside Lydia Jiménez González, miembro de la congregación Cruzadas de Santa María, y quien en 2022 fue nombrada Presidenta de dicha fundación, debido a la turbulenta renuncia del arzobispo emérito de Madrid, el Cardenal Osoro.
Según argumenta la Fundación, avisaron vía correo electrónico al neo arzobispo de Madrid el Cardenal José Cobo Cano sobre la invitación para participar en una conferencia magistral que seria impartida por el discípulo de Joseph Ratzinger en las instalaciones de la Fundación ubicadas en la calle Alcalá 93 ( a tan solo seis kilómetros del Arzobispado).
En dicho evento se inauguraría el Aula principal, la cual llevaría el nombre del Papa emérito.
Ganswein impartiría una conferencia en el marco de la apertura del curso escolar, según la invitación y la publicidad que giro en torno al evento de la Fundación, al Arzobispo alemán le acompañarían el enclenque arzobispo emérito de Madrid Antonio Rouco Varela de 87 años y el Nuncio apostólico en España Bernardito Auza, situación que no gustó al mismísimo Arzobispo José Cobo Cano, quien es un viejo lobo de mar en temas eclesiásticos madrileños, puesto que desde 1994 conoce los claroscuros clericales de Madrid.
En el clero de Madrid se dice que la manera de organizar la "visita" de Ganswein molestó al mismo Cobo quien no se le informó de manera formal sobre la visita. Por lo que este aviso a Roma sobre dicho evento y de allá le llamaron la atención monseñor Auza, nuncio apostólico en España.
Cabe resaltar que el Vaticano le tiene prohibido a Ganswein participar en eventos públicos fuera de Friburgo (donde vive), a menos que se haga una debida solicitud a sus superiores.
¿Entenderían el Cardenal Rouco y el Nuncio apostólico el mensaje?, o se los explicamos.
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