Zacatecas: el Obispo sin autoridad, la diócesis en decadencia

 

El Obispo, sin autoridad  Foto: zacatecasonline.com.mx

Ya  habíamos hablado de este tema en 2014, a dos años de la llegada del actual Obispo Sigifredo Noriega Barceló (ver aquí), y las cosas nunca mejoraron.

Zacatecas  ha sido una diócesis trampolín para la mayoría de los anteriores Obispos, aunque el anterior Obispo, hoy Arzobispo de San Luis Potosí, no haya hecho nada en Zacatecas, pero por 

El asunto se vuelve complejo para  monseñor Noriega, a sus casi 70 años, Zacatecas se vuelve difícil, como para ser un peldaño de promoción y brincar a una diócesis mas grande o a una arquidiocesis. Si no puede con una diócesis de 233 sacerdotes y 110 parroquias, ¿podrá acaso con una  diócesis mas grande?.

Se escucha en los pasillos diocesanos muchas situaciones  que llaman poderosamente la atención. Destacan tres, la primera la  falta de sinergia entre gran parte del clero  y el Obispo, no lo obedecen, el obispo no ha podido contener los lobbys diocesanos. En segundo lugar el tercer sínodo diocesano, que  a raíz de la falta de autoridad del Obispo no ha podido arrancar como se esperaba, como se creía. En tercer lugar la situación del Seminario diocesano, con un rector gris, falto de autoridad.

El Seminario de Zacatecas y su deterioro moral

Poco a poco se ha dado a conocer en diversos ambientes diocesanos sobre lo ocurrido el ciclo escolar pasado en el Seminario de Zacatecas. Los mismos seminaristas se encargaron de dispersar primero entre los párrocos, luego entre amigos y conocidos lo que sucedió  todo el ciclo escolar pasado, que fue a puerta cerrada debido a la pandemia.

El principal promotor de las fiestas

Los formadores encabezados por los sacerdotes   Roberto Flores  y Manuel Espinoza Torres organizaban cada quince días una convivencia entre los seminaristas, la diferencia de estas convivencias de las ordinarias eran que estas eran con bebidas alcohólicas. En mas de alguna tanto formadores como seminaristas se embriagaron. 

Ambos sacerdotes son muy conocidos en el presbiterio sobre todo por su adicción al alcohol.

Dos formadores  se opusieron a estos eventos, uno el rector de la casa  de formación el padre Ascensión Martinez y el  espiritual de teología el padre Eduardo Huerta. Pero la autoridad del rector paso desapercibida.

El Padre Manuel Espinoza co organizador

Las reuniones se hacían por separado, para los alumnos de filosofía y teología donde se habilitaba el lugar con una barra de bebidas alcohólicas y botanas. Siempre había pretexto para festejar, a diferencia de otros años, esta ves era con alcohol, donde alumnos y formadores se ponían borrachos hasta la madrugada. Los mismos alumnos de filosofía  dan fe de como llevaban cargando hasta su cuarto al padre Manuel Espinoza, que después de bailar en una mesa caía ahogado.

el Rector, sin autoridad, sin presencia 


Suena raro que el Obispo Sigifredo como máxima autoridad de la diócesis no se haya dado cuenta de lo sucedido, insistimos, los Obispos se enteran de todo, a menos que  no se de cuenta de nada de lo que pase en su diócesis,   eso puede dar a entender la crisis de autoridad que vive la diócesis.

Hace unos días el seminario inicio el nuevo ciclo escolar. Y no hubo cambio de la nomina de formadores.  ¿Por qué si el Obispo conoció de viva voz lo sucedido en el seminario  no removió a los formadores, sobre todo a los que organizaron las fiestas?. Si el Obispo no supo, será bueno que se entreviste con los formadores que no estuvieron de acuerdo, y que entreviste a los alumnos del seminario, se llevara grandes sorpresas. A ver si con ese pretexto el Obispo se le ve mas en el corazón de la diócesis, y se hace mas visible entre los seminaristas.




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